
Mira lo que hacen
Morena ha hecho de la “austeridad republicana” su estandarte político. Se presentan como el movimiento que gobierna con humildad, cercano al pueblo y alejado de los privilegios. Pero la realidad demuestra lo contrario: lo que para millones de mexicanos significa sacrificio, para los herederos del poder se traduce en lujos y derroche. Hoy Morena vive en las mieles del poder, convertidos en la nueva nobleza mexicana que tanto criticaron.
El caso más evidente es el de Andy López Beltrán, hijo del presidente y actual secretario de Organización de Morena, el segundo cargo más importante del partido. Presentado como el “heredero de la austeridad”, Andy ha levantado un portafolio de negocios exclusivos: Vinos Cósmicos en 2021, Finca Rocío en 2023 y, en febrero de 2025, Realesco S.A., empresa de vinos importados y un restaurante de lujo en Guadalajara. Además, fue captado en Japón, hospedado en el hotel cinco estrellas The Okura Tokyo y saliendo de una tienda Prada.
Pero Andy no es un caso aislado. Ricardo Monreal disfrutando de restaurantes de lujo en Madrid, Mario Delgado en hoteles exclusivos de Lisboa, y varios dirigentes más han desobedecido el código ético que su propio partido aprobó en mayo de 2025, donde se prohibía expresamente la ostentación, los viajes de lujo y el nepotismo. La norma quedó en letra muerta.
La incongruencia es aún mayor cuando hablamos de “soberanía”. AMLO exigió disculpas a España por la Conquista, dijo que México “ya no es colonia” y defendió no invitar al rey Felipe VI a actos oficiales. Beatriz Gutiérrez Müller, que respaldó ese discurso, en 2025 solicitó su residencia en España y se mudó con su hijo a un exclusivo barrio de Madrid. El hijo menor del presidente estudia en una escuela española. Y aquí vale la pena subrayar: no tiene nada de malo aspirar a estudiar en el extranjero; el problema es que ellos siempre lo criticaron y hoy lo hacen con descaro.
A esto se suma que ni siquiera escuchan a sus dirigencias. Luisa María Alcalde, presidenta de Morena, y Claudia Sheinbaum, presidenta de la República, han pedido públicamente a sus cuadros evitar frivolidades. Nadie les hace caso. Los nombres son claros: Andy López, Mario Delgado, Ricardo Monreal y otros que, en lugar de dar ejemplo, se pasean con soberbia disfrutando de los privilegios que negaban.
La consecuencia es inevitable: esa incongruencia les pasará factura política. La gente no olvida cuando los gobernantes se convierten en lo que juraron combatir. Morena, que llegó prometiendo transformación, se ha transformado en una élite que vive en el extranjero, estudia en escuelas exclusivas y se rodea de lujos mientras predica austeridad.
Y mientras ellos disfrutan de viajes y privilegios, la realidad en México es otra: uno de cada tres mexicanos sigue en pobreza, el 48% carece de seguridad social y el 34% no tiene acceso adecuado a salud. Estos datos duros son el recordatorio de que la austeridad de Morena es puro cuento, un disfraz para encubrir sus excesos.
El pueblo observa y no olvida. En 2027, cuando llegue el momento de rendir cuentas, se recordará que mientras millones enfrentaban carencias, Morena vivía en las mieles del poder como la nueva nobleza mexicana.