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Ante sequía, alistan reglas de operación para dispersar 1,500 mdp
Lo que sucede en Guadalupe y Calvo está más allá de ideologías, tesis y contratesis jurídicas. Está más allá de banales discusiones de aplaudidores del régimen, más allá de la defensa de proyectos políticos. Lo que sucede en Guadalupe y Calvo es terror indescriptible, es el dolor de las madres que lloran la desaparición de sus hijos, de los padres sepultan a sus seres queridos y de cientos de familias han sido desplazadas, obligadas a abandonar la tierra que forjaron con el esfuerzo de toda una vida.
Lo que ocurre en nuestra sierra es un deber ineludible que debemos atender con toda la diligencia y prontitud posibles. Lo que sucede, aunque algunos quieran vendarse los ojos, son actos de narcoterrorismo.
Pregúntenle a la madre y al padre del soldado recientemente abatido por los narcoterroristas, si lo que ocurre en Guadalupe y Calvo es terror o no. Pregúntenle a la esposa del funcionario municipal si siente impotencia, miedo y dolor mientras nosotros debatimos si esto debe o no llamarse narcoterrorismo.
Pregúntenle a las cientos de familias desplazadas por la violencia y el miedo si esto es terrorismo o no. Pregúntenle a quienes lo han perdido todo. A los comerciantes, si tienen miedo. Porque esto está más allá del dolor y de cualquier análisis jurídico.
Ahora bien ¿Qué vamos a hacer los legisladores chihuahuenses? ¿Miraremos de frente a los violentos, a los terroristas? ¿O dejaremos a su suerte a las familias de este municipio sitiado?
Como el primer servidor de los chihuahuenses es mi deber ineludible estar del lado de las familias de Guadalupe y Calvo y es por eso que lucho para establecer en nuestro Código Penal el delito de Narcoterrorismo, establecerlo con todas sus letras y todas sus consecuencias jurídicas. Para que nunca más, los criminales desalmados que atentan contra familias inocentes, queden impunes.
Es mi deber estar del lado de los chihuahuenses de bien, con todas mis fuerzas, con todas las armas de la ley. Desde el Congreso del Estado se ha aprobado mi iniciativa para exigir al gobierno federal la declaratoria de estado de emergencia en Guadalupe y Calvo. Para obligar al régimen centralista a que destine todos los recursos necesarios para restablecer el orden y la paz.
Con el respaldo del Congreso local, hemos dado el primer paso para que la Federación asuma su responsabilidad en el combate a estos grupos narcoterroristas que hoy embisten una y otra vez a familias inocentes.
Este es el momento de restablecer la paz, hoy que vemos en nuestro Chihuahua ataques a la altura de Al Qaeda, del Estado Islámico y de Hamas. Hoy que el terror corre por las calles y que ataques con bombas y drones son el pan de cada día, es el momento de actuar.
Hoy más que nunca necesitamos que todas las fuerzas se unifiquen para recuperar nuestra tierra norteña, por eso es necesario activar el estado de emergencia y el plan de defensa nacional contra disturbios internos a la brevedad.