Recibe bala perdida mientras comía recalentado
La vida, la economía, las relaciones sociales, la política, etc. Están basados en principios de reciprocidad, lealtad, apoyo mutuo, pero a veces cuando apostamos todo a un ideal, a una filosofía, se nos va la vida extrañando a personas o partidos que no nos extrañan, queriendo cuidar a quien no valora lo que le ofrecemos como militancia leal y trabajadora, dándolo todo por un partido podrido hasta la medula, que nos trata como si le diera igual perdernos, y por eso quedamos vacíos, decepcionados de la política, valiéndonos lo que ocurra en nuestro México tan querido.
Así que la pongo fácil, puedes seguir creyendo que la lealtad partidista es difícil, que la fidelidad duele, que hay que aguantar a corruptos como Alito, o puedes empezar a entender que la política es como tú permites que sea. Y yo sé que suena tonto, pero las cosas van a ser diferentes cuando pongas límites, cuando dejes de dar oportunidades a la dirigencia nacional y estatal de seguir utilizándote como militante para sus fines particulares, cuando te vayas sin miedo de donde no te valoran, cuando dejes de andar convenciendo que los trepadores van a cambiar.
Se nos va la vida creyendo en ídolos de barro, cuando lo único complicado es buscar, forzar y quedarse donde desde el primer segundo no lograron sentir lealtad por nosotros, la militancia de a pie.
Es por eso que entiendo al amigo Enrique de la Madrid cuando señala que se deslinda de su relación con la dirigencia del partido donde ha militado por más de 43 años, de aquellos que han utilizado las siglas del tricolor para beneficio personal, llevando al mismo a casi desaparecer y en posibilidad de perder el registro en el 2027.
En el PRI que ya sólo queda un esqueleto en venta al mejor postor, donde las dirigencias nacional, y estatal sin considerar a comités municipales o aquellos que gastamos suela, ponen al servicio del mejor postor "las pluris en todos niveles" porque ya por tierra es difícil que se gane una sola elección, ante estos mercenarios de la política, hoy dirigencia del tricolor.
ATTE
Un militante con 35 años en el PRI.