El enemigo
Andrés Manuel López Obrador está físicamente lejano de Palacio Nacional pero su legado comunicacional, no sólo sigue presente, está vigente. En retrospectiva, el mayor instrumento de comunicación política acuñado en el siglo XXI es sin duda la famosa “mañanera”, esas conferencias de prensa diarias y muy temprano en la mañana con las que López Obrador dominaba la conversación pública.
De la ejecución de la “mañanera” escribí en textos previos, pero poco he abordado su contenido, el cual tiene antecedentes en los trabajos hechos por SPIN de Luis Estrada, quien contó el número de veces que mencionó a periodistas o personajes políticos; cuando dijo mentiras y los insultos proferidos, un día sí y otro también.
En la semana, navegando por las siempre turbulentas aguas de la red social X del magnate Elon Musk, encontré un documento genial, titulado: “Degenerados, ratas e hijos de puta, análisis de la violencia verbal en el discurso del Presidente Milei” que publica el MAD (Movimiento al Desarrollo) y que analizó la semántica de la cuenta oficial de X del presidente argentino Javier Milei, en el que tomaron las publicaciones originales, los RTs, así como las citas de posteos de terceros en el periodo comprendido entre el 11 de diciembre de 2023 hasta el 13 de noviembre de 2024.
Según la explicación que MAD proporciona “luego aislamos los adjetivos más utilizados en esos mensajes y los separamos por su sentiment o carga valorativa, para finalmente identificar los insultos, agravios, humillaciones y operaciones semánticas deshumanizantes” y tiene hallazgos relevantes e importantes para la comunicación política de América Latina.
Identificaron 32 agravios utilizados por el mandatario argentino siendo los principales: zurdos, corruptos, degenerados, mierda, chorro, hijo de puta, criminal y asesino. En el orden mencionado van de más de 300 a 90 menciones, en orden descendente. Además de encontrar los insultos más utilizados, MAD se dio tiempo de encontrar que Milei insulta casi 7 veces al día a sus críticos.
Y hay más datos interesantes. Según el Monitoreo de Libertad de Expresión del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), en 2023 hubo 117 situaciones de ataque a la libertad de expresión en aquel país, y en lo que va de este 2024 ya llevan registrados 138 ataques a la libertad de expresión, de los cuales el 26% provino del presidente argentino Javier Milei.
En México vivimos algo no muy distinto en el lopezobradorato. Su gran influencia y alcance escaló niveles inéditos y se convirtió en un espacio para dar instrucciones a su base electoral. Así, al insultar a Ciro Gómez Leyva o medios como el periódico Reforma, sus seguidores entendían una instrucción sin percatarse en lo dañino del mensaje del entonces presidente López Obrador.
Insultar en televisión diariamente a sus críticos erosionó el clima democrático y de respeto a las libertades en nuestro país; tanto es el desprecio de AMLO para Javier Milei, que al final de cuentas, la causa de su enemistad es que ambos son tan parecidos entre sí.
Hoy en México, la población no se siente segura para expresarse y esa inseguridad tiene su origen reciente en López Obrador, quien apuntaba con sus palabras hacia los opositores e inmediatamente los buscaban en redes para cancelarlos, ridiculizarlos y presionarlos a cambiar de opinión o desaparecer del ecosistema mediático y de redes sociales.
Trump ganó recientemente la elección presidencial en los Estados Unidos. Eso también nos pone a reflexionar en los valores sociales que cada sociedad defiende: ¿será que esos valores se han renovado y ahora son la intolerancia, xenofobia, racismo, clasismo y misoginia?
Pues, al voltear a ver comunicación política presidencial como la López Obrador, quien convirtió su “mañanera” en el púlpito del insulto; la de Trump en su primer periodo y en la reciente campaña presidencial y la de Milei, esa es la primera conclusión que se pudiera afirmar: los valores que definían a las sociedades se han transformado; lo que ayer era incorrecto, ahora es totalmente correcto y aceptado.
De ser así, estamos viviendo en los tiempos de la degenerada comunicación de los hijos de puta.
ESPRESSO COMPOL
Entre más sea aplaudida la violencia verbal de nuestros gobernantes, más violencia tendremos en las calles, lo cual es caldo de cultivo para situaciones de mayor envergadura que lastimar. De las y los gobernantes esperamos mesura pero, ¿cómo esperar mesura si ésta no da votos?