
Inhabilitan a exfuncionarios por peculado y desvío de recursos
El premio Nobel de Economía 2024, James Robinson (Reino Unido, 1960), que lo recibe junto con Daron Acemoğlu y Simon Johnson, dio una entrevista a Luis Alberto Peralta (El País, 21.10.24) donde plantea su posición sobre el desarrollo de la economía en los países de gobiernos autoritarios.
En su versión “los países democráticos han demostrado que son mejores para administrar los servicios públicos y en lograr crecimiento rápido. Se pueden encontrar ejemplos impresionantes como China entre los países autocráticos, pero no se puede lograr una economía inclusiva con un régimen autoritario y un modelo como el chino”.
Considera que el modelo de China no va a continuar y en el futuro tendrá que cambiar y que si se mira a “otros regímenes autoritarios, como Irán o Rusia, son increíblemente débiles económicamente y tecnológicamente. La economía no puede florecer en un régimen autoritario”.
Y sostiene que “en este momento, el dinamismo tecnológico está concentrado en un solo país de este tipo y en el mundo occidental. Sin embargo, hay que considerar que, con Donald Trump, las instituciones que han engrandecido a Estados Unidos están siendo muy cuestionadas”.
“Esto podría, agrega, afectar el contexto y es por esto que la Unión Europea y la OTAN son tan importantes. Habría que ver cómo será el mundo y el partido republicano posterior a Trump. Aún es muy temprano para saber lo que va a pasar”.
Robinson, profesor de la Universidad de Chicago, está convencido que la fortaleza de las instituciones del Estado fue en la Europa moderna “el motor de la revolución industrial y el crecimiento económico en ese entonces”.
Y que en América Latina, con débiles instituciones, la corrupción y el clientelismo, fenómenos que ocurren desde la época Colonial y continúan al día de hoy, son claras retrancas para el desarrollo económico.
En la entrevista recuerda que en el libro Por qué fracasan las naciones (Ediciones Deusto, 2012) escrito junto con Daron Acemoğlu, plantean la existencia de instituciones inclusivas o instituciones extractivas y que “las inclusivas crean incentivos amplios y oportunidades para todas las personas por igual, mientras que las extractivas concentran los beneficios e incentivos en las manos de pocos”.
Él y Acemoğlu sostienen que el desarrollo económico viene “de los sueños, la creatividad y las aspiraciones de las personas. Para ser próspero hay que crear una serie de instituciones que puedan cultivar este talento. Sin embargo, si uno mira países como Colombia o Nigeria, el talento se desperdicia porque la gente no tiene oportunidades”.
Las instituciones, en algún momento pueden “ser un obstáculo para la competitividad. Sin embargo, hay que pensar en el impacto que la integración europea tuvo sobre países como España, Portugal o los ex países soviéticos. Son historias de éxito fabulosas. Se ha dado una transición casi sin precedentes”, dice el Premio Noble de Economía.
@RubenAguilar