Aprueba Congreso presupuesto por 107 mil millones en 2025
Saludo a mis 33 lectores, aquí mi presente artículo.
¿Se podrá dignificar la política?
Mario Vázquez recuperó el video de cuando anunció, en la Tribuna del Senado, que Javier Corral traicionaría a Morena y lo hizo mover en redes.
No es que tenga cualidades clarividentes, él conocía lo que muchos chihuahuenses; la tendencia patológica de Corral hacia la traición.
El exgobernador es un ser de tal, pero de tal miseria humana que sólo reconoce dignidad en sí mismo y en sus queridas mascotas.
Todo lo demás es desechable, por tanto en su mente de ninfo las traiciones son ejercicios de reivindicación a su persona.
Así se ve de pie frente al espejo, como el campeón de la congruencia, de la dignidad humana, el impoluto de mente y espíritu superiores al que nadie es digno ni de cargar su maletín.
Los hechos, para su desgracia, describen a un político trepador sin escrúpulos, que cambia de principios con la misma facilidad que de ropa interior; (aunque creo dura mucho para cambiarse de calzones) a un gobernante traidor, vengativo, mitómano, perezoso, corrupto e incapaz de mostrar un gesto de solidaridad hacia sus amigos, si ello le sugiere compromiso mínimo.
Antes que Mario en la Tribuna del Senado, muchos pronosticamos la traición de Javier Corral al régimen, entre ellos un servidor y siempre dije desde hace poco más de 7 años de lo cual escribí al respecto desde que coqueteaba con otras gentes como García Chávez o con Movimiento Ciudadano y, desde luego, cuando lo reclutó el tlatoani como nuevo discípulo del populismo.
Esta sí, era como la “crónica de una traición anunciada” en la que muchos advertimos anticipadamente que sólo buscaba un medio para llegar al senado o la cámara de diputados, sin cuyo fuero sería llevado a prisión.
Esta última parte la confirmó ayer Gerardo Fernández Noroña, otro senador impresentable, cuando dijo lo que, volvemos a lo mismo, la clase política ya sabía; la manipulación de la Fiscalía de la CDMX para impedir el encarcelamiento del exgobernador.
Y Corral nos dio la razón en su réplica a Noroña: “No estoy aquí por obediente, fui invitado como aliado político de la doctora Claudia Sheinbaum”.
Después ratifica los términos de la traición: “espero que en Morena haya espacio para la reflexión, la crítica y el disenso.
Me parece que debemos alejarnos de esta pretensión de ser un grupo cerrado que oye, calla y obedece”.
Corral es narcisista y traidor patológico, no pendejo.
Sabe que al llamar a Morena “grupo cerrado que oye, calla y obedece” entra en la desobediencia absoluta y en consecuencia firma los términos de su traición.
¿O es que se acaba de dar cuenta del feroz autoritarismo del régimen al que se alió?, ¿Olvidó, acaso, la consigna 90 por ciento leales y 10 por ciento capaces?
No, sabía que al aceptar el cargo contraía la responsabilidad de todo súbdito: obedecer sin preguntar, pero fingió devoción al tlatoani y a su juanita para salirse con la suya.
¿Porqué no hizo antes declaraciones así?.
Porque nunca hubiese llegado.
Nuestras ciudades son redes políticas.
El agua que bebemos, el aire que respiramos, la seguridad de nuestras calles, la dignidad de nuestros pobres, la salud de nuestros ancianos, la educación de nuestros jóvenes y la esperanza de nuestros grupos minoritarios, están ligados a las decisiones tomadas en un Palacio Municipal, en la Capital del Estado o del País”.
Así inicia Karl W. Deutsch su libro “Política y Gobierno” cuya primera edición en inglés fue en 1970.
Y de 1970 a la actualidad mucho ha cambiado, los avances tecnológicos, la globalización, la economía, las comunicaciones, pero la esencia de la política, es la misma.
La Política, en mi opinión, es el “arte de la negociación”, cabe señalar que es muy distinta a la Administración Pública.
¿Porque entonces a la mayoría de los mexicanos, y de ciudadanos de muchos países les causa repulsión?
Pues porque los que se dicen políticos han “pervertido” una actividad fundamental de la vida diaria.
Han usado sus “posiciones de poder para su beneficio, han lucrado con los ideales, con las causas ciudadanas y se “han servido de la ignorancia del pueblo”, “han abusado de la ingenuidad de quienes han confiado en ellos”.
¿Y que nos toca hacer como ciudadanos?
Tendremos algún tipo de responsabilidad de que esto haya llegado al extremo de ser una actividad -para los que se dicen políticos- que les resuelve la vida, que los empodera, y los “vuelve millonarios de la noche a la mañana”, vamos, para ellos es “como sacarse la lotería”.
¿Somos culpables los ciudadanos en alguna medida de que “los políticos” sean ahora “una lacra”, casi “una plaga”?
No podemos desde luego generalizar, hay políticos honestos y preparados, pero por desgracia son los menos.
La respuesta es: sí.
Somos culpables los ciudadanos, por permitir que esto haya sucedido, por tolerar tanta inmundicia, tanta corrupción, tanto cinismo.
Por fortuna todo en la vida tiene una solución, excepto la muerte.
De ahí en fuera todo lo podemos corregir.
¿Estamos preparados los mexicanos para iniciar una revolución ciudadana?
O ¿seguiremos tolerando a tanta rata, a tanto farsante, a tanto corrupto?
La respuesta también es: sí.
Sin duda que podemos cambiar nuestra realidad.
Podemos encabezar las causas ciudadanas, y ¿qué pedimos los mexicanos?
Nada que no sea alcanzable.
Las coincidencias que nos unen son, que todos queremos Seguridad, todos queremos un Sistema de Salud eficiente, un Sistema de Educación efectivo, todos queremos oportunidades para mejorar, en suma, todos somos aspiracionistas
Y la única manera para que todo cambie es que los ciudadanos nos volvamos políticos.
Nos urge dignificar la política.
Seguiré comentando amable lector, lo que sí podemos hacer los ciudadanos en la siguiente entrega, mientras tanto, reflexione usted, que sí podría hacer, que está en sus manos para poder cambiar la realidad.
Nada es imposible para un pueblo unido.
Gracias mi estimadísimo lector, gracias mil.
ELRESBALADEROTV
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