
Mira lo que hacen
Compañeras y compañeros docentes:
Hoy más que nunca es momento de levantar la voz y ejercer presión para defender nuestros derechos laborales y profesionales. Independientemente de si nos identificamos con la SNTE o la CNTE, debemos recordar que ninguna sigla está por encima del interés colectivo: la base somos nosotros, las y los docentes.
No estamos en contra de ningún sindicato. Reconocemos que cada uno ha construido caminos distintos con el objetivo común de luchar por la educación pública y por la dignidad del magisterio. Sin embargo, no podemos permanecer pasivos cuando nuestras conquistas están en riesgo o cuando se negocia sin escuchar a quienes realmente sostienen la escuela pública: el magisterio de base.
Es momento de ser conscientes y críticos. No se trata de dividirnos, sino de tener la claridad para respaldar a quienes verdaderamente representan nuestras demandas y luchan por nuestros derechos. A veces, hay que tomar postura. Y esa postura debe ser por la defensa firme de nuestra labor, de nuestras condiciones de trabajo y de nuestro futuro como trabajadores de la educación.
La unidad no se decreta: se construye con conciencia, participación y firmeza. Seamos la voz que no se calla. Seamos la fuerza que no se vende.
Hoy más que nunca se está viviendo la peor de las crisis dentro del magisterio, donde nuestros representantes sindicales brillan por su ausencia y brillan por las altas cuotas con las que nos pasan a la báscula y con los regalos que les hacen los gobiernos, pero nosotros quienes estamos al frente de un grupo quienes en realidad somos y sabemos lo que es estar frente a grupo, estamos siendo menospreciados en todos los ámbitos y sectores.
Hoy pedir que se respeten nuestros derechos, nuestras prestaciones pedir lo que merecemos, simplemente el gobierno dice que somos revoltosos o exigimos de más, pero más triste es escuchar que nuestra presidente diga que no hay presupuesto pero para los adornos de diputados que tenemos ganan cantidades millonarias solo por irse a dormir y peor aun que no tienen una preparación profesional y que están exentos de impuestos. ¡ah! pero nosotros tenemos que presentar puntualmente una declaración (como burla, de la millonada que ganamos), pagamos ISR al SAT, nuestra canasta básica por las nubes, pero nuestro salario una vil burla y nuestros sindicatos en lugar de ser empáticos son solo títeres del mismo gobierno.
Como maestros exigimos seguridad a nuestro trabajo, a nuestros derechos y que seamos valorados como lo que realmente somos, los verdaderos formadores de nuevas generaciones ¡nosotros si somos el verdadero cambio del país, porque un país sin educación es un país destinado al fracaso!
Maestros por un mejor Chihuahua