
No tengo obligación personal de ser austero: Noroña por compra de mansión
Chihuahua Chih,27 de agosto de 2025.-En Chihuahua, la juventud está atravesando una etapa decisiva y llena de contrastes. Por un lado, vemos talento, energía, creatividad y una capacidad impresionante para adaptarse a los cambios. Pero por el otro, los diagnósticos recientes en nuestras preparatorias nos ponen frente a una realidad que no podemos ignorar: problemas personales, académicos, familiares y sociales están golpeando directamente su desempeño y permanencia escolar.
Los datos provienen del tamizaje estatal 2024 aplicado en los planteles del CONALEP Chihuahua, bajo la dirección de Omar Bazán, y revelan que muchos estudiantes enfrentan retos emocionales, nutricionales y vocacionales. No es un tema aislado: la salud mental, los hábitos alimenticios, la violencia y la desmotivación académica se entrelazan y generan un terreno difícil para que las y los jóvenes puedan crecer en plenitud .
Pero aquí está la clave: no se trata sólo de un problema, sino también de una oportunidad.
Desde el CONALEP se ha comenzado a responder con estrategias integrales que buscan atender no sólo la parte académica, sino también la emocional, física y social. Hablamos de psicólogos en las escuelas, talleres de prevención de violencia, actividades deportivas, programas de nutrición y orientación vocacional. Todo con un mismo propósito: que nuestros jóvenes se sientan acompañados, escuchados y capaces de construir un proyecto de vida con sentido.
Como sociedad, nos toca sumar. No podemos dejarles toda la carga a las escuelas o a las instituciones. La familia, la comunidad, las empresas y la ciudadanía tenemos la responsabilidad de abrir espacios de confianza, impulsar iniciativas y reconocer que la juventud de Chihuahua no es un problema a resolver, sino el motor del futuro que ya está en marcha.
Hoy más que nunca necesitamos creer en ellos. Sí, están atravesando tiempos difíciles. Sí, requieren más apoyo que nunca. Pero también es cierto que cada joven tiene dentro una chispa que, con el acompañamiento adecuado, puede convertirse en luz para transformar a nuestro estado.
El reto es grande, pero la esperanza lo es aún más: los jóvenes de Chihuahua no están solos y si logramos caminar a su lado, juntos podremos escribir la mejor versión de nuestro mañana.