
Fallece de un infarto el zar del narcotráfico
CHIHUAHUA, Chih., 29 de abril de 2025.-Enclavado en el corazón del campo mexicano, Ismael Ángel Sandoval Quiñones representa el rostro joven de una generación comprometida con sus raíces, pero con la mirada puesta en un futuro de transformación social. Hijo de Ismael Sandoval Márquez, ganadero y agricultor, y de Andrea Quiñones Cruz, dedicada al hogar, Ismael es el mayor de cuatro hermanos, todos inmersos en las labores propias del rancho: la producción y comercialización de ganado, así como la agricultura, pilares fundamentales de la economía familiar.
Desde temprana edad, Ismael ha estado inmerso en las dinámicas productivas del campo, aprendiendo el valor del trabajo y la constancia. Sin embargo, su inquietud va más allá de mantener viva la tradición rural. Su misión personal es clara: disfrutar de los aspectos positivos de la vida, canalizando su energía hacia actividades que no solo le beneficien individualmente, sino que también le permitan ofrecer un servicio significativo a la sociedad, es por eso que fue elegido por el consejo académico del Instituto de Estudios Superiores de Chihuahua para recibir el Doctorado Honoris Causa.
"Busco una formación integral, con las competencias necesarias para actuar con profesionalismo y efectividad", comenta Ismael, convencido de que la pasión y la vocación deben guiar cualquier esfuerzo.
Su visión de futuro es ambiciosa pero concreta. Aspira a desarrollar un proyecto de impacto social que contribuya a mejorar las condiciones de vida de su comunidad. En lo personal, desea convertirse en un profesionista competente, sin importar el ramo, siempre y cuando sus acciones tengan un efecto constructivo para el país.
"Creo que la mayor aportación del ser humano es utilizar su tiempo y energía en cosas que construyen, que dejan huella", afirma con convicción.
Ismael Ángel Sandoval Quiñones es, sin duda, un ejemplo de cómo el campo y el compromiso social pueden ir de la mano para construir un México mejor.